En primer lugar, podemos considerar que el primer antecedente a las nuevas revistas fueron las publicaciones periódicas en forma de almanaques. Estos incluían en sus páginas una variedad de materia considerada de interés para la gente.
Ya en la década de 1670 aparecieron algunas publicaciones de contenido escueto y entretenimiento. Posteriormente, el contenido de dichas publicaciones se fué especializando y diversificando, llegando a ser una actividad más rentable que la de los periódicos.
Tipos:
Podemos clasificar a las revistas en función de muchos criterios. Por ejemplo, en función de su temática (deportes, ciencia, música etc). Por segmentos sociales a los que va dirigida (niños, jóvenes, adultos, hombres, mujeres etc), ámbitos profesionales y demás grupos sociales objetivos.
Nuevas Revistas Digitales
Una gran cantidad de estas nuevas revistas han surgido a raíz de ediciones publicadas en papel. Algunas siguen prefiriendo estas ediciones impresas. Pero la realidad es que todo apunta a que el mundo digital ofrece ventajas tanto para los lectores como para los editores de dichas revistas. Algunas de ellas son:
- Como es evidente, estas nuevas revistas no requieren de impresión en papel. Esto supone una clara ventaja en cuanto a costes, así como un menor impacto medioambiental.
- Pueden ser publicadas y descargadas a nivel mundial, de forma instantánea y desde cualquier lugar.
- Ofrecen interactividad a sus lectores. Con vídeos, fotografías ampliables, links, opciones para compartir en redes sociales etc.
Si bien mucha gente sigue siendo reacia a la revolución tecnológica que estamos viviendo y prefieren medios más tradicionales, lo cierto es que haciendo una evaluación de pros y contras, todo apunta a un futuro cada vez más digitalizado. Esto no supone una destrucción de trabajos tal y como apuntan muchas teorías apocalípticas. Mas bien supondrá un cambio, evolución o transformación progresiva de dichos trabajos.
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